El cuidado del medio ambiente como motor de una economía sostenible. “Una economía verdaderamente sostenible debe sustentarse en el uso racional de los recursos naturales, garantizando su permanencia para las generaciones futuras” (Sachs, 2015). El cuidado ambiental no solo es una responsabilidad ética, sino también una estrategia inteligente para lograr el desarrollo económico. Por ejemplo, el ecoturismo, las energías renovables, el reciclaje y la agroecología han demostrado que es posible generar empleos y riqueza sin destruir el entorno natural (UNEP, 2020). La sostenibilidad económica implica mantener el capital natural (bosques, agua, suelo, aire) en condiciones óptimas, porque son la base de toda producción y bienestar (Meadows et al., 2004).